La ciudad

Algodones naranjas en el horizonte,
caramelos de primavera envolvente.

Despierta tuya la fachada encalada
que aún sueña de ayer la rubia cerveza.


¡Ya vuela eterna la paloma del alba
hacia sus arterias pintadas de grises!

Los gallos artificiales
susurran a los florales,
y se desvela la jungla
de siniestra metalurgia.

Óliver Yuste.





Comentarios