Blog Action Day'09: Climate Change



Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Son debidos tanto a causas naturales como antropogénicas.

El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas.

Como el cambio climático se produce constantemente por causas naturales se le denomina también variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.

Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre, aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros que tengan consecuencias tanto económicas como las ya observables a nivel biológico.


Entre las causas naturales más importantes que provocan los cambios climáticos hay que destacar las variaciones solares, las variaciones orbitales, los impactos de meteoritos y las influencias internas, como la deriva continental, la composición atmosférica, las corrientes oceánicas, el campo magnético terrestre, los efectos antropogénicos, las retroalimentaciones y los factores moderadores.

Han existido ya cambios climáticos en el pasado como las glaciaciones del Pleistoceno o los denominados “mínimos de Maunder”, pero el cambio climático actual comienza a ser ya una realidad evidente, debiéndose tanto a causas provocadas por la acción del ser humano como a causas naturales.

A finales del siglo XVII el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento del Dióxido de Carbono (CO2) en la atmósfera que últimamente es de 1,4 ppm. al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. Se estima que desde que el hombre mide la temperatura hace unos 150 años -siempre dentro de la época industrial-, ésta ha aumentado 0,5 ºC y se prevé un aumento de 1 ºC en el 2020 y de 2 ºC en el 2050.

Además del CO2, existen otros gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global , tales como el gas metano (CH4) óxido nitroso (N2O), Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), los cuales están contemplados en el Protocolo de Kioto.

A principios del siglo XXI el calentamiento global parece irrefutable, a pesar de que las estaciones meteorológicas en las grandes ciudades han pasado de estar en la periferia de la ciudad, al centro de ésta y el efecto de isla urbana también ha influido en el aumento observado. Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por poseer temperaturas medias que son siempre las más altas del siglo.

Entre las propuestas y acciones que se están llevando a cabo de forma efectiva, tal vez el mecanismo de compensación del CO2 funcione en un plazo de cientos de años, cuando el Sol entre en un nuevo mínimo. En un plazo de miles de años, tal vez se reduzca la temperatura, desencadenándose la próxima glaciación, o puede que simplemente no llegue a producirse ese cambio. Es más, en el Cretácico, sin intervención humana, el CO2 era más elevado que ahora y la Tierra estaba 8 ºC más cálida.

Una coalición de ONG’s -entre las que se encuentran Greenpeace, WWF, IndyACT, Liga Independiente de Activistas o German Watch-, ha presentado hace pocas fechas el Tratado Climático de Copenhague, una “hoja de ruta” para un nuevo acuerdo global de lucha contra el cambio climático que entre en vigor en enero de 2013. Se prentende así un acuerdo que complemente la implementación del Protocolo de Kyoto, y establecer la arquitectura institucional contra el cambio climático.

Entre los objetivos de la propuesta destaca la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 80% en el año 2020, con la suma de esfuerzos de países industrializados y países en vías de desarrollo. Asimismo, se pide que el nuevo Tratado de Copenhague establezca un mecanismo para la gestión, procesos de recortes de emisiones y protección de los bosques, además de los modelos de cooperación de largo plazo. Todo ello sobre unos objetivos diferenciados entre los nuevos países industrializados -como son Singapur, Corea del Sur y Arabia Saudita- y el resto de países industrializados. En cambio, a los países en vías de desarrollo, se les sugiere integrarse a los planes de acción para reducción de carbono, a los planes de adaptación, mitigación, reducciones de emisiones por deforestación y degradación. También se les pide que sometan sus estrategias nacionales de mitigación y adaptación a los sistemas de verificación internacional.

Incluso en ese mismo tratado las ONG’s destaca que se debe crear una nueva autoridad internacional bajo mandato de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.


Blog Action Day 2009


Comentarios

Inma Pérez ha dicho que…
Muy bueno... intentaré igualarlo... pero me lo has puesto difícil.. muyy difícil....llevo un buen rato buscando el enfoque que le voy a dar.. aunque no se trata de ser el mejor, sino de aportar nuestro granito de arena, lo intentaré a ver como queda..
saludos.