Hablemos de ruina y espina,
hablemos de polvo y herida,
de mi miedo a las alturas.
Lo que quieras pero hablemos
de todo menos del tiempo
que se escurre entre los dedos.
Hablemos para no oirnos,
bebamos para no vernos.
Y hablando pasan los dias
que nos quedan para irnos,
yo al bucle de tu olvido,
tú al redil de mis instintos.
Maldita dulzura la tuya,...
Me hablas de ruina y espina,
me clavas el polvo en la herida,
me culpas de las alturas
que ves desde tus zapatos.
No quieres hablar del tiempo
aunque esté de nuestro lado,
y hablas para no oirme,
y bebes para no verme.
Yo callo y rio y bebo,
no doy tregua ni consuelo,
y no es por maldad, lo juro,
es que me divierte el juego.
Maldita dulzura la mia,...
Maldita dulzura la nuestra,...
Vetusta Morla.
Fotografía: Paloma de la Fuente.
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