Cuando me alcanza el miedo
por el paso de aquellos trenes desperdiciados,
por perderme una brizna de tus despertares,
por malgastar los segundos en suicidios temporales
o por dejar de sentir el sol de cara.
Cuando me alcanza el miedo
me arrullo a la vera de aquellos recuerdos
bajo del sombrero guanche.
Cuando me alcanza el miedo
luchando por un pedazo de dignidad,
por enterrar el dolor y el daño que me asestaste,
no vaya a ser que una noche
me encuentre tu estocada definitiva.
Eso nunca se aprende,…
Cuando me alcanza el miedo
me enfrento a tu mirada una vez más
para escupir al borde del mundo.
Cuando me alcanza el miedo
por si olvido vuestro recuerdo en mi costado,
y busco tus manos en el borde del aire,
por si pierdo de vista nuestro espacio vital
o los latidos del corazón bailando con vuestra música.
Cuando me alcanza el miedo
riego aquella semilla que floreció
cuando parecía que todo había terminado.
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